Biológicamente estamos preparadas para tener a nuestros bebés. «La naturaleza no proporciona cachorros que no podamos mantener»- leí un día. Y es totalmente cierto. Por muy malas noches que pase, despertándome cada hora… Me levanto por la mañana con nueva energía, y una ducha reponedora hace el resto.
Así como van pasando las horas, y los cólicos de M aparecen, y el llanto se apodera del hogar, se me va consumiendo la energía… Un paseo, porteando, es lo único que le calma. Así que me pateo todo Zaragoza con él a cuestas.
Sí, mi cara de cansancio lo dice todo. Aún os queda la tarde y la noche antes de la ducha reponedora de mañana 😉