Es viernes, último día de trabajo de una semana intensa en emociones, en trabajo vocal, en reflexiones… Ha sido una semana llena de voz, de Canto Prenatal, de exploración corporal y vibracional. Una semana en la que, en la Universidad, he tenido la oportunidad de abrir a mis alum@s al mundo del bebé por nacer así como al comienzo del ser sonoro-musical.
Una semana en la que las que serán futuras maestras de Ed. Infantil (en la etapa 3-6) han podido comprobar que es imposible trabajar con niños de 3, 4 ó 5 años si no se sabe el inicio. El inicio del vínculo, de la comunicación, de la relación, del lenguaje, de los movimientos… y cómo se interrelaciona con lo sonoro-musical.
Una semana para la reflexión personal. Para el trabajo conmigo misma. Para la vibración, las resonancias. Para el entendimiento. Una semana para emocionarme, reirme y llorar. Una semana donde me he intercambiado con personas por Madrid una mirada y una sonrisa. Una semana interesante. Emocionante.
Y una semana en la que he descubierto esta preciosa nana, que ahora comparto con todos vosotros. Como un regalo de final de semana. Como un regalo de comienzo de algo…