La felicidad tiene nombre, y es el tuyo.
Desde que hace -justo hoy- 9 meses te pusieran sobre mi pecho y nos miráramos por primera vez, eres tú quien marca mis tiempos, mis páginas, mi camino… sin dejar mi esencia a un lado. Complementándonos.
Has crecido, mucho.
9 meses dentro, 9 meses fuera.
De lo imaginado, a lo real. Que es incomparablemente mucho mejor.
Sigamos caminando mi pequeño-gran maestro, en esta aventura llamada vida.